Tus manos sensuales sobre mi
espalda música suave velas ,
aroma, tu tacto era distinto
intenso nuevo apaciguador...
Tus dedos me relajaban,
el ambiente minuciosamente
preparado para la ocasión,
no tenias prisa alguna .
Deslizando tus manos con
ese aceite de almendra
despacio como me gusta
a fuego lento esos masajes …
mis hombros, mi cintura, mis muslos,
mi cuello, mis caderas… mis pechos…
Subiendo y bajando armoniosamente,
descargando dulcemente toda la
tensión acumulada…
Lograste tu propósito... durante al
menos media hora me hiciste
sentir puro placer, renovándome
por dentro y por fuera, alejada
de la tensión y del mundo exterior.
No hubo sexo...no y creo que no hizo falta ...
conseguiste seducirme una vez más,
para después, desnudos, seguir jugando
con miradas furtivas y sonrisas cómplices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario